Abaixo, o berce mece os choros azuis que emanan do desexo.Unha man emerxente da Nada
controlará as paixóns dos nados
baixo o yugo imperdoable da pobreza.
Inmensos espíritos vans, mans alagadas de fatua retórica
regalan ilusións; utopías creadas no subconsciente dos deuses
de latentes impresións e bañados de esquecemento.
María portará o seu leite polo polvoriento camiño árido de esperanzas.
E o infinito estenderase baixo os seus pés de azucre como a eterna forma luminosa.
E xamais comprenderá que,
baixo o yugo imperdoable da pobreza...
...todos aparecemos como presuntos culpables.
Abajo, la cuna mece los llantos azules que emanan del deseo.
Una mano emergente de la Nada
controlará las pasiones de los nacidos
bajo el yugo imperdonable de la pobreza.
Inmensos espíritus vanos, manos inundadas de fatua retórica
regalan ilusiones; utopías creadas en el subconsciente de los dioses
de latentes impresiones y bañados de olvido.
María portará su leche por el polvoriento camino árido de esperanzas.
Y el infinito se extenderá bajo sus pies de azúcar como la eterna forma luminosa.
Y jamás comprenderá que,
bajo el yugo imperdonable de la pobreza...
...todos aparecemos como presuntos culpables.
